Te contamos los aspectos más relevantes para que puedas abordar este tema con naturalidad y cuentes con las herramientas necesarias para proteger a tu mascota y a tu familia
¿Encontraste “gusanos” entre las piedritas? ¿Observaste pulgas sobre su piel? Entonces este texto te resultará útil para que puedas correr con ventaja y actuar rápidamente contra los parásitos que llevan la delantera.
Existe un grupo de enfermedades, denominadas zoonóticas, que se transmiten entre animales y las personas; siendo algunas específicas de los felinos. Sin embargo, no debemos tenerles miedo ni encasillarnos en la idea de que nuestro gato puede ser peligroso, si lo mantenemos desparasitado, es muy raro que podamos contraerlas, ya que evitamos que estos puedan multiplicarse y sean eliminados al ambiente a través de la materia fecal.
Los niños son más susceptibles a enfermar porque juegan y mantienen un contacto directo con sus mascotas. Además, su sistema inmune, se encuentra en desarrollo y sus hábitos de higiene aún no se han incorporado del todo. Las personas mayores también son vulnerables, especialmente aquellas que padecen algún tipo de enfermedad crónica y las mujeres embarazadas.
¿Imaginabas que existían estos riesgos para tu familia? No te preocupes, que nunca es tarde para aprender algo nuevo. Para darte una noción más amplia de las consecuencias, te comentamos que según el “viaje” que cada parásito realiza en el interior del organismo, pueden generar dolores abdominales, musculares, afecciones en la piel o en la vista.
En los felinos, también ocasionan muchos problemas que afectan su calidad de vida. Te presentamos las manifestaciones más frecuentes:
La salud que nos une a nuestro gato, al igual que el amor, es una sola. Por eso la desparasitación mensual contra los parásitos internos y externos, junto con la limpieza regular del hogar y buenos hábitos de higiene son claves para proteger a tu gato y tu familia de estos invasores.